¿Conoce usted a un narcisista?
¿Creía usted que un hombre narcisista es alguien que al igual que el joven de la mitología griega solo pasa mirándose al espejo todo el día? Pues piénselo de nuevo. Los narcisistas tienen una mezcla de actitudes variadas que representan una paradoja, razón por la cual es tan difícil identificarlos con certeza. Si los narcisistas fueran solo imbéciles y necios, sería fácil evitarlos, pero el hecho de que además son divertidos, excitantes al igual que agresivos y manipuladores, los convierte en el objeto de un profundo estudio psicológico.
Una parte del ego del narcisista revelará altos niveles de auto estima, sentimientos de grandeza y egocentrismo, ellos piensan que son físicamente más atractivos e inteligentes que los demás y prefieren ser admirados a “caer bien”. Se enfurecen cuando se les dice que no son guapos ni inteligentes pero no les afecta mucho cuando se les dice que son imbéciles.
Pero por más odiosas que sean estas “cualidades”, la verdad es que todos tenemos una vena narcisista. Es una característica constante que varía dependiendo de la persona. Algunos aspectos, incluyendo la confianza y la auto suficiencia son sanos y moldeables, es solo cuando se llega al extremo del espectro que esta vena se convierte en un desorden, a menudo porque los niveles tóxicos de vanidad, prepotencia y volubilidad son claramente palpables.
Los narcisistas prosperan en ciudades más grandes, generalmente están involucrados en la industria del entretenimiento (un ejemplo pueden ser los protagonistas de programas de reality TV) y en posiciones de liderazgo donde pueden deslumbrar y dominar a otros sin tener que cooperar o sufrir las consecuencias de una mala reputación.
Esta condición suele llegar a su máximo nivel en la adolescencia y suele declinar con la edad. Tanto los hombres como las mujeres narcisistas presentan una marcada necesidad de atención, propensión a manipular y un gran interés en “encantar” a los miembros del sexo opuesto. Algunos psicólogos han barajado la teoría de que el narcisismo se desarrolló como estrategia para asegurarse compañeros sexuales eventuales, y la manera en que ellos buscan lograrlo refuerza esa posibilidad.